Más vale "bien y a tiempo" que "tarde y perfecto.

Esta es una de las lecciones que le aprendí a las malas a una de mis ex-jefas.

Desde que tengo memoria, siempre me esforcé por hacer todo a la perfección. De niña era reconocida por ser "sobresaliente" en la escuela, realmente me generaba una gran satisfacción recibir e elogio de maestros pero sobre todo de mis padres.

Crecí así, trasladando esa búsqueda de aprobación y validación, por lo cual asocié que, a mayor esfuerzo, mejor resultado y mayor recompensa. Una vez reconocido este patrón (que vaya tiempo y sufrimiento me costó), me permití comenzar a trabajarlo.

No puedo decir que ya lo he superado por completo, sin embargo al estar escribiendo estas palabras es una acción terapeútica en acción. Llevo algunos años esperando este momento, este momento de escribir formalmente en un blog de mi propia página, y llevo unos meses esperando la fecha "ideal" donde los astros me ayuden a darle proyección a estas letras. Así esperando, me di cuenta que estaba repitiendo mi mismo patrón así que decidí ya no postergarlo, no esperar a que me sienta lo suficientemente capaz o segura, hasta haber analizado cada letra o haber redactado 3 versiones distintas de apertura para este blog. En este momento DECIDO tomar acción, capitalizar mi aprendizaje y publicar esto desde el corazón, que es bueno y ha llegado en el momento perfecto, en vez de seguir esperando un sin fin más entre escusas, temores y postergaciones.

TE DOY LA BIENVENIDA A ESTE BLOG, este espacio para compartirte mis aciertos, mis errores, mis experiencias humanas y las no tan humanas, donde espero encuentres un espacio seguro, un espacio incómodo, un espejo o una guía, lo que necesites en ese momento en que leas estas palabras para despertar tu mejor versión.

Desde ya, gracias. Te amo.